LA PESCA CON MOSCA
AHOGADA
Como
pescador a mosca siempre he sentido una especial devoción por la pesca con
mosca ahogada tanto con buldó como con sedal pesado.
Es
esta motivación la que me ha llevado este año a coger con fuerza los materiales
de ahogada y montar una buen colección para esta temporada de moscas ahogadas.
Después
de leer con avidez el magnífico libro de José Luis García González, Seda, Pluma y Acero, las moscas del
manuscrito de Astorga, nos
damos cuenta que nuestras moscas ahogadas, hoy ensombrecidas por los diferentes
montajes de secas y ninfas, siguen manteniéndose vivas y con los mismos patrones
de montajes y perfiles que siglos atrás, lo que demuestra claramente su
efectividad.
No
debemos olvidar que España ha dado al mundo de la pesca con mosca un estilo
propio e inconfundible en el montaje de las moscas artificiales.
Quizás
este estilo propio sea la causa de que esta efectividad radique en que este
tipo de montaje no imita a un tipo de insecto en concreto, o un estado del
mismo, sino que, más bien, su indefinición abarca un amplio abanico de insectos
y los distintos estados por los que estos atraviesan. Puede parecer un insecto
adulto ahogado o una efémera emergente, incluso una ninfa de tricóptero.
Desde
luego lo cierto es que el mejor experto en moscas para la pesca, la trucha,
hace ya más de cinco siglos que se pronuncia a favor de ellas y aún hoy sigue
siendo engañada con la misma efectividad.
La
técnica de pesca con mosca ahogada y
buldó para la captura de la trucha ha sido, sin duda, el arte del engaño
con mosca artificial más importante de nuestro país. Es tan antigua como eficaz
y reúne como ninguna otra técnica, tradición, arte y futuro.
Antaño se utilizaban gruesos sedales, obtenidos con esmero y
tras un delicado proceso de extracción y transformación de la seda del gusano.
Alguien tuvo la genial idea de sustituir uno de los anzuelos por un pequeño
corcho rectangular, evitando así que el sedal girase sobre su propio eje, y con
ello los enredos del aparejo.
Hoy en día, la seda del gusano ha sido sustituida
por los modernos monofilamentos sintéticos y el corcho por el buldó o boya,
aumentando la ligereza y resistencia del aparejo, sin disminuir un ápice la efectividad
original.
PESCA CON BOYA O BULDÓ
Para todos aquellos que quieran probar o iniciarse en este tipo de pesca precisan solamente de un equipo básico de lance ligero compuesto por:
Caña: Ligera y resistente. Con una longitud entre 1,8 y 3 metros, suele ser suficiente para adaptarse a todo tipo de ríos, permitiéndonos en cada caso mantener la caña en la posición adecuada para hacer navegar nuestras moscas a la profundidad correcta. Es esencial que la puntera de la caña no sea excesivamente blanda, para poder transmitir a través de ella el movimiento que dará vida a nuestras moscas. De la misma forma, podremos hacer bailar a la primera mosca del aparejo, la bailarina o saltona, sobre la superficie del agua, de tal manera que se asemeje a un insecto de río en plena puesta de huevos, provocando en ocasiones el fulminante ataque de la pintona.
Carrete: No precisa de unas características especiales. La velocidad de
recuperación no tiene por qué ser muy elevada. Deberá ser capaz de
proporcionarnos la velocidad adecuada para mantener en todo momento la
suficiente tensión en la línea, facilitando que la trucha se clave sola.
Aparejo: Se compone del 'buldó' o boya y varias moscas atadas tal y como
se observa en las figuras. El 'buldó' se rellenara con agua hasta alcanzar el
peso ideal para efectuar los lances que precisemos. La longitud total de la
cuerda será función de varios factores: número de moscas con el que queramos
pescar, la longitud de la caña, y del tipo de río que estemos pescando.
La primera mosca anterior al buldó es la llamada Rastro, las
siguientes desde el buldó a la caña son Ahogado, Semiahogado, Semibailarín y
Bailarín.
En cuanto al tipo de moscas que componen la cuerda,
hay infinidad de combinaciones. La regla universal a tener en cuenta a la hora
de seleccionar el color de las moscas es: Tonos oscuros para el comienzo de la
temporada y más claros según va avanzando ésta. Aunque, como en todo, es el
pescador y su experiencia el que debe encontrar cuál es la combinación ideal
para cada situación.
Mosca ahogada con Cola de Rata
Deberán ponerse como máximo tres moscas en el bajo de
línea, ya que un número mayor, casi con toda seguridad, causará enredos al
efectuar los lances. La forma más cómoda de pescar es río abajo, lanzando con
un ángulo no inferior a 45º, tensando la línea y dejando que las moscas deriven
describiendo un arco. Es una técnica similar a la empleada con el salmón.
Puede pescarse también aguas arriba. Los menos
expertos necesitaremos entonces un indicador de picada, ya que esta pesca se
asemeja mucho a la pesca con ninfa.
Un artículo ben exposto e con claridade meridiana.
ResponderEliminarA verdade é que eu a pesca con buldo deixeina hai moitos anos por monótona e mecánica, pero tamén ando amarrando unha cuantas afogadas para sedal pesado e incluso xa comprei unha cola intermedia para esta tempada.
Xa compartiremos experiencias.